Cabo Verde ha experimentado un crecimiento económico constante en los últimos años. Este crecimiento se debe a una serie de factores, entre los que se incluyen el turismo, la inversión extranjera directa y el aumento de las remesas de los emigrantes. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el PIB per cápita no es un indicador perfecto del nivel de vida. El PIB per cápita no tiene en cuenta la distribución del ingreso, la calidad de vida o el acceso a los servicios públicos.

    Como ya hemos mencionado anteriormente, su insularidad dificulta el acceso de fuerzas externas al territorio. Esto supone una barrera natural que protege al país de invasiones o ataques militares, al igual que, reduce las tensiones fronterizas, lo que elimina un posible foco de conflicto. Por último, la insularidad facilita la cooperación internacional ya que se encuentra en una posición estratégica en el Océano Atlántico, lo que facilita la cooperación con países de Europa, América y África. Estas ventajas han contribuido a que Cabo Verde sea un país relativamente estable y pacífico. Además, ha experimentado un período de paz y democracia desde su independencia de Portugal en 1975.

    No obstante, es importante señalar que la condición de isla no es una garantía absoluta de paz. En la historia ha habido casos de islas que han sufrido conflictos armados, como la guerra civil de Sri Lanka o la guerra de los Seis Días entre Israel y sus vecinos árabes. En el caso de Cabo Verde, es un factor que contribuye a su estabilidad, pero no es el único. El país también ha disfrutado de un liderazgo político estable y de un alto nivel de desarrollo económico, lo que también ha contribuido a su paz.

    La economía de Cabo Verde se contrajo un 14,8% en 2020, el peor resultado de su historia, debido a la pandemia de COVID-19. El turismo, que representa el 25% del PIB, se desplomó un 65%, lo que tuvo un impacto devastador en la economía. El resto de sectores económicos también se vieron afectados por la pandemia. La construcción se contrajo un 12,2%, la industria un 11,4% y los servicios un 11,2%. El desempleo aumentó hasta el 18,4%, su nivel más alto desde 2014.

    Como conclusión, la economía de Cabo Verde se enfrenta a la recuperación del turismo, el Gobierno de Cabo Verde está tomando medidas para apoyar la recuperación del turismo, pero es probable que el sector tarde varios años en recuperarse completamente. Otros retos para la economía de Cabo Verde son la dependencia de la energía importada, la necesidad de impulsar la productividad y la transformación digital, y la reducción de las desigualdades. Por otro lado, para reducir la dependencia de la energía importada, el Gobierno debe promover el desarrollo de energías renovables, como la energía solar y la energía eólica.  Por lo que, el país debe promover campañas de marketing para atraer turistas, invertir en infraestructuras turísticas, y facilitar la entrada de turistas a Cabo Verde e invertir en educación y formación, y promover el uso de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).