Problemas económicos de China

¿Dejará China atrás sus problemas económicos en 2024? Xi Jinping debe decidir si establece un ambicioso objetivo de crecimiento Xi Jinping E...

¿Dejará China atrás sus problemas económicos en 2024?

Xi Jinping debe decidir si establece un ambicioso objetivo de crecimiento


Xi Jinping
En este artículo se discuten los desafíos e incertidumbres que enfrente la economía china en el próximo año.

En primer lugar, la caída del mercado inmobiliario de China que ha sido afectado por una desaceleración, ya que la demanda especulativa se ha agotado y el gobierno ha endurecido las regulaciones. Esto ha reducido las ventas de tierras, una fuente clave de ingresos para los gobiernos locales, y ha aumentado el riesgo de impagos por parte de los vehículos de financiación del gobierno local. Se cuestiona cuánta demanda fundamental de vivienda queda y si el gobierno puede evitar un rescate más amplio del sector.

En segunda lugar, las tensiones fiscales, es decir, las finanzas públicas de China que se han debilitado debido a la pandemia, el aumento de los niveles de deuda y las perspectivas de crecimiento más bajas. Este artículo señala que los arreglos fiscales de China siguen siendo un trabajo en progreso, ya que el gobierno central intenta equilibrar la necesidad de apoyar a los gobiernos locales y evitar una crisis sistemática con el deseo de imponer más disciplina fiscal y de mercado. La economía de China está experimentando una transición de las industrias tradicionales como la propiedad a nuevos sectores como los coches eléctricos, las baterías y la energía renovable. El artículo argumenta que estas nuevas industrias no son lo suficientemente grandes ni intensivas en mano de obra como para compensar el arrastre de la caída del mercado inmobiliario. También, sugiere que la población envejecida de China, la disminución de la fuerza laboral y la incertidumbre del mercado laboral pesarán sobre el gasto de los consumidores y el crecimiento de la productividad. 

Por último, los dilemas políticos. Los responsables políticos de China se enfrentan a un difícil equilibrio entre aceptar una tasa de crecimiento más baja como la nueva normalidad o estimular la economía para evitar la deflación y el malestar social. El artículo cita diferentes opiniones entre economistas y bancos sobre las perspectivas de crecimiento e inflación de China, así como las acciones esperadas por el banco central y el gobierno. Por otro lado, advierte que China podría cometer el mismo error que muchas economías después de la crisis financiera mundial, resignándose a una nueva mediocridad en lugar de perseguir más reformas e innovación.

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