La Guerra Fría fue un enfrentamiento económico, político y social, militar, ideológico y propagandístico el cual se inició al término de la Segunda Guerra Mundial, entre los bloques Occidental (capitalista) y Oriental (comunista), liderados por los Estados Unidos y la Unión Soviética, respectivamente el 1945. Este enfrentamiento entre estas dos superpotencias, moldeó gran parte de la dinámica política a nivel mundial durante el siglo anterior. El desenlace de la Guerra Fría marcó un hito histórico en la historia mundial ya que, además de los motivos de su enfrentamiento, se prolongó por más de cuatro décadas. 

La manera en la que Gorbachov gestionó las relaciones exteriores fue un factor fundamental en el desenlace de la Guerra Fría.  Su voluntad para dialogar sobre desarme con los líderes de Estados Unidos, Ronald Reagan y George H.W. Bush respectivamente, hizo cambiar la dinámica existente de las relaciones internacionales. La firma de tratados de un gran nivel de importancia, como por ejemplo el Tratado de INF  (Intermediate-Range Nuclear Forces) en 1987, el cual hizo eliminar misiles de rango intermedio, disminuyó significativamente la tensión que había entre las dos potencias.

Sin embargo, el quiebre del bloque comunista en Europa de Este, el cual se inició con la caída del Muero de Berlín en el año 1989, fue el acontecimiento que simbolizó el desenlace de la Guerra Fría. Esta demolición, la cual resultó impactante e histórica hoy en día, fue el icono divisorio entre el este y el oeste, marcando el comienzo de un proceso de reunificación alemana y el debilitamiento irreversible del control ejercido por la Unión Soviética en la región, cambiando así el orden geopolítico mundial.

La disolución de la Unión Soviética en 1991 marcó el punto decisivo. El golpe final a la Guerra Fría se produjo gracias a la firma del Tratado START (Strategic Arms Reduction Treaty), entre Estados Unidos y la nueva Federación de Rusia, haciendo reducir la cantidad de armas nucleares estratégicas. Este tratado significó el final de una era marcada por la carrera armamentista, estableciendo además un precedente para que se redujera la amenaza nuclear a nivel global.

El desenlace de este conflicto hizo cambiar el panorama global en el que nos encontrábamos, trayendo consigo uno totalmente nuevo. Estados Unidos emergió como la única superpotencia dominante, además de abrirse un nuevo espacio para la democratización en Europa del Este y Eurasia. Sin embargo, eso no quita el surgimiento de nuevos desafíos como tensiones étnicas o conflictos regionales.

Como conclusión, podemos decir que el final de la Guerra Fría fue un proceso muy complejo y diverso que hizo transformar totalmente el orden mundial, marcando el fin de la confrontación de la que hablábamos, pero también, dando el paso a nuevos desafíos geopolíticos que moldearán el mundo contemporáneo.